Tras comentar con sus colaboradores el impacto de la ceremonia que protagonizó anoche en la comunidad judía local, Javier Milei ya se reúne con Ilan Goldfajn, titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para tratar la situación económica de la Argentina.
Goldfajn llegó pasadas las 9AM (las 10 en la Argentina) y subió a un ascensor del hotel Gran Beach Surfice Oceanfront para formalizar su encuentro con Milei. También Gerardo Werthein, embajador designado en los Estados Unidos, participa del cónclave.
El BID es un banco regional que se adecua a la agenda de intereses geopolíticos de la Casa Blanca, y por eso se ha transformado en una pieza clave para balancear la ofensiva de China en América Latina.
En este contexto, y asumiendo que Milei considera a Estados Unidos su socio estratégico, la reunión con Goldfajn debería servir para abrir un puñado de alternativas destinadas a fortalecer el programa económico del gobierno.
El presidente y su ministro de Economía, Luis Caputo, asumen que necesitan una mayor cantidad de reservas del Banco Central para unificar los tipos de cambio y contener un eventual conflicto con Beijing por el swap con China. Y el BID, durante la administración de Alberto Fernández, exhibió sus reflejos políticos para estar en la primera línea de fuego.
Milei calculó que necesita 15.000 millones de dólares para unificar los mercados y frenar un eventual ataque especulativo, y el BID junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), la CAF y el Banco Mundial (BM) aparecen en su hoja de ruta como sus principales aportantes institucionales.
Se trata de un trabajo silencioso y complejo que siempre necesitará del apoyo político de la Casa Blanca. El cónclave que Milei ahora protagoniza con Goldfajn apunta hacia esa dirección.
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