Este porcentaje equivale a 45.000 individuos. Además, la tasa de informalidad alcanzó al cierre del cuarto trimestre de 2022 el 29%.

La informalidad y precariedad laboral están vinculados directamente con variables como el nivel de actividad económica, la carga impositiva relacionada a la contratación de trabajadores registrados y al grado de control estatal sobre el cumplimiento de las leyes de la seguridad social, entre otros.
A nivel nacional, por su parte, la tasa de informalidad asciende a 36,5% mientras que la de precariedad fue de 43,2%.

La tasa de subocupados no demandantes (aquellos que estando subocupados no buscan trabajar más horas) disminuyó del 3% al 2,6% de forma interanual, al igual que la tasa de subocupados demandantes (quienes si buscan activamente trabajar más horas) que registró una contracción pasando del 8,3% al 3,7%.
En este contexto, la tasa de informalidad no presentó variaciones interanuales, respecto a igual período del año anterior, lo que implica un descenso en la cantidad de individuos en esta situación de aproximadamente 4.900 personas. Este resultado puede ser explicado como consecuencia de la caída de la cantidad de individuos en situación de precariedad laboral respecto de la cantidad de ocupados totales.