El Gobierno evalúa variantes para terminar con uno de los frentes que amenazan el plan monetario del equipo económico y que se presenta como un obstáculo para el levantamiento de los controles cambiarios y la competencia de monedas. Se trata de los puts, el “seguro” en poder de los bancos y que les otorga la opción de venderles al Banco Central sus bonos del Tesoro y que suman unos $19 billones.
En ese contexto, esta semana el Ministerio de Economía buscará a través de otra licitación de deuda en pesos continuar con el flamante esquema de tasas de interés positivas, un elemento exigido por el Fondo Monetario como parte de una próxima etapa de gestión de la política económica. En el horizonte corto asoman, para el Gobierno, vencimientos por 2,4 billones de pesos de un bono dual.
Los funcionarios del Ministerio de Economía y el Banco Central evalúan desde hace semanas una salida para el sistema de puts que inauguró la gestión de Sergio Massa para asegurarse que los bancos compren los títulos en moneda local que emitía la Secretaría de Finanzas. Bajo ese derecho, los tenedores pueden activar un derecho de venta ante el BCRA, que debe así comprarles su tenencia al precio antes del último cierre. Para eso, la autoridad monetaria necesitaría emitir pesos.
Los bonos con esa cláusula fueron en crecimiento: continuaron ya bajo la nueva gestión económica y adoptaron, en los últimos meses, una característica que los hizo menos exigentes para el balance de la autoridad monetaria. Mientras la versión original de los puts otorgaba la chance de ser ejercido en cualquier momento de la duración del bono, la más actualizada solo lo permite durante el último mes de plazo del título en cuestión.