Se está logrando después de 100 años. La actual vacuna se administró por primera vez en 1921. Ahora financian la fase final de las pruebas de una nueva.
Wellcome y la Fundación Bill y Melinda Gates invertirán unos 550 millones de dólares en total para las pruebas de fase III de la vacuna M72.
La tuberculosis, una enfermedad bacteriana que afecta sobre todo a los pulmones, se puede prevenir y tratar, pero 10 millones de personas siguen contrayéndola cada año, y 1,6 millones de personas murieron de tuberculosis en 2021, casi todas en países de renta baja y media.
Durante mucho tiempo ha sido la enfermedad infecciosa más mortífera del mundo, aunque fue superada brevemente por el COVID-19.
A principios de este año, Bill Gates arremetió contra el mundo por no financiar nuevas herramientas contra la tuberculosis. Su organización aportará la mayor parte de la financiación del nuevo ensayo: unos 400 millones de dólares, pero la organización también está buscando socios para suministrar la vacuna a gran escala si hay éxito.
“Necesitamos un fabricante de vacunas. Eso es lo que estamos negociando. Tenemos un par de socios interesados”, dijo a Reuters Trevor Mundel, presidente de salud mundial de la Fundación Gates.
La prueba durará entre cuatro y seis años y se llevará a cabo con 26.000 personas en más de 50 centros de África y el sudeste asiático.
La vacuna se probará para comprobar hasta qué punto evita que la tuberculosis latente, que puede infectar hasta a una cuarta parte de la población mundial, se convierta en tuberculosis activa y provoque la enfermedad. El ensayo incluirá a personas con VIH.
La actual vacuna contra la tuberculosis, el bacilo de Calmette-Guérin (BCG), se administró por primera vez en 1921. Ayuda a proteger a los bebés y niños pequeños contra la tuberculosis grave, pero desaparece con el tiempo y sólo ofrece una protección limitada contra la forma común de la enfermedad que invade los pulmones de adolescentes y adultos.
La M72 fue desarrollada a principios de la década de 2000 por la organización sin ánimo de lucro Aeras, respaldada por Gates, y GSK, que sigue suministrando el adyuvante, o parte de la vacuna que refuerza el sistema inmunitario.
Ahora dirigida por el Instituto de Investigación Médica Bill y Melinda Gates, la inyección impidió el desarrollo de la tuberculosis en alrededor de la mitad de las personas que la recibieron en los ensayos de fase II, según muestran los datos de 2018.
La eficacia de alrededor del 50% está en el lado bajo para las vacunas, pero aún podría marcar una gran diferencia: en 25 años, podría salvar 8,5 millones de vidas, dijo la Organización Mundial de la Salud. (Reporte de Jennifer Rigby Editado en español por Javier López de Lérida)