Se busca ampliarlas y será el tratamiento en comisiones de distintos proyectos.

Se cumplió un año del envío al Congreso, por parte del presidente, del proyecto de ley Cuidar en Igualdad, que apunta a ampliar licencias por maternidad y paternidad, crear una asignación para personas gestantes y no gestantes que sean monotributistas y un sistema integral de cuidados, entre otras cosas.
Entre el año pasado y este se realizaron tres foros que enriquecieron la discusión. Uno con participación del Estado (ministerios de Mujeres, Desarrollo Social y Trabajo y Anses), otro con referentes del sindicalismo (CTA, CTA Autónoma y Corriente Federal) y el último con organizaciones comunitarias y movimientos sociales. La oposición no asistió. La semana próxima las comisiones de Mujeres y Diversidad, Trabajo, y Previsión y Seguridad Social (presididas por Mónica Macha, Vanesa Siley y Marisa Uceda) iniciarán el tratamiento de distintos proyectos que giran alrededor de licencias y cuidados, temas de vital importancia en la lucha feminista, vistos muchas veces como el núcleo de la desigualdad.
Martínez, diputada nacional por la provincia de Buenos Aires (Frente de Todos), informó que el martes sesionarán las comisiones de manera conjunta para tratar el tema de licencias. En tanto, “hacia el jueves”, será abordado “todo el paquete de cuidados”, una “diversidad” que abarca ámbitos como el domiciliario y el comunitario. “Hay 30 proyectos anteriores que tienen que ver con licencias, y 10 con cuidados, tanto del Frente de Todos como de la oposición. La tarea es unificarlos”, añadió la legisladora, quien espera que para junio haya dictamen de “ambos aspectos” para poder llevar la ley al recinto.
¿Qué propone la ley Cuidar en Igualdad?
El proyecto establece ampliar la licencia para personas gestantes, que pasaría de forma inmediata de 90 a 126 días (como sugiere la Organización Internacional del Trabajo); la licencia para personas no gestantes de dos a 90 días de forma progresiva a lo largo de ocho años; crear una asignación para personas gestantes y no gestantes que sean monotributistas, monotributistas sociales y autónomos y la licencia por adopción para todos los regímenes laborales.
Además, crea el Sistema de Cuidados que registra, reconoce y remunera los cuidados comunitarios. Propone la inclusión de un sistema de cuidadores/as domiciliarios/as para personas mayores dentro del plan médico obligatorio y compromete el 8,5 por ciento del presupuesto del Ministerio de Obras Públicas para ampliar la infraestructura en cuidados (centros de desarrollo infantil, jardines de infantes, residencias para personas mayores, centros de día).
En la región, solamente Uruguay tiene vigente un sistema de cuidados. El proyecto de ley Cuidar en Igualdad llegó al Congreso como resultado de un trabajo de más de dos años encabezado por la Mesa Interministerial de Políticas de Cuidado.
Seguramente, el punto más sensible sea el debate distributivo: las asignaciones que se otorgarían a personas gestantes y no gestantes que sean monotributistas, o las remuneraciones que comenzarían a cobrar, por ejemplo, las mujeres que trabajan en los comedores comunitarios, una lucha que sostiene con firmeza La Garganta Poderosa, que impulsa un proyecto en ese sentido.
“La agenda de cuidados siempre pelea contra la idea de que hay otras urgencias, pero es errónea: esta no es una agenda nueva. (El proyecto) es una nueva forma de resolver viejos problemas. Cuando atacás esto vas al origen de la pobreza. Necesitamos más varones que pidan por este derecho. Siempre las compañeras comprometidas desde el sindicalismo y el feminismo, con recorridos comunitarios, son las más involucradas. No puede ser que seamos las únicas responsables de cambiar esta realidad”, expresó Cirmi.
El núcleo de la desigualdad
En el país, el tiempo social promedio dedicado al trabajo de cuidado no remunerado es muy desigual. Las mujeres le dedican más de seis horas por día; los hombres, sólo tres. Son datos pandémicos, de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, realizada en 2021, pero la tendencia se mantiene. El informe realizado por el Indec se dio a conocer en octubre de 2022. Reveló que el 91,7 por ciento de las mujeres realiza trabajos no remunerados en contraste a un 75,1 por ciento de varones.
Según datos oficiales publicados en 2020 por el Ministerio de Economía, las tareas de cuidado representan el 16 por ciento del PBI en la Argentina. Dentro del feminismo hay un consenso de que constituyen la esencia de la desigualdad de género. “Además, son la base de la reproducción social de la pobreza y de la indigencia”, define Franganillo, especialista en estudios de la mujer, militante peronista y feminista, creadora del Consejo Nacional de la Mujer.
“Los cambios sociales, culturales y económicos de los años ’60 y ’70 cambiaron el status de las mujeres, pero ya hacia fines de los ’80 y principios de los ’90 a nivel internacional se reconocía que a pesar de nuestra incorporación al trabajo, la participación social y política, persistía la división sexual de trabajo”, contextualizó la especialista.
“Una serie de fenómenos epocales como el aumento de la expectativa de vida, el engrosamiento de la población económicamente activa femenina, la pérdida de las sociedades de pleno empleo y la crisis de los estados de bienestar producida por las políticas liberales llevaron a las feministas en los países desarrollados a hablar de la ‘crisis de cuidados’. En el caso de América latina, el territorio más desigual del mundo, las economistas feministas lo definen como crisis de la ‘reproducción social'”, describió.
“Vivimos en una sociedad que te pide que hagas de tu tiempo plata para poder vivir. Pero si lo ocupás en una tarea que aunque vale mucho no te genera plata te empobrecés. Se habla mucho de brecha salarial pero antes que nada hay ausencia salarial”, postuló Cirmi.
“Al extender licencias se activarían políticas de tiempo e ingresos, un salario indirecto para el colectivo de trabajadores, y los varones serían igualmente responsables dentro de la casa. Algo que no ocurre hoy y tiene impactos negativos, primero para ellos mismos, en su vínculo con sus hijos. En cuanto a nosotras, nos discriminan en el mundo del trabajo: nos cuesta más que nos empleen, nos pagan menos, nos ascienden menos”, comparó la funcionaria.
Resalta también que se crearían 400 mil puestos de trabajo vinculados a cuidados. Muchos, en realidad, ya existen, pero no son reconocidos de manera formal.
Fuente: Página12.