La presidenta de la ONG garantizó además que es una herramienta fundamental para acompañar junto con la medicina tradicional.
Se aprobó la comercialización de semillas de cannabis desarrolladas por científicos de Argentina y esto supone un avance y nuevo capítulo en las aplicaciones medicinales de la planta en ese país.
Los componentes (cannabinoides) más conocidos de esa planta son el tetrahidrocannabinol (THC, que tiene efectos principalmente psicoactivos) y el cannabidiol (CBD, mayormente medicinales).
Bautizadas Pachamama —alta en CBD— y Malvina —con mayor proporción de THC—, las semillas servirán para hacer preparados de aceite bajo indicación profesional.
A raíz de esto y de que en los últimos años se convirtió en un tratamiento prometedor, hablamos con Karina Romanelli, la cual nos comentó que la organización nació en el año 2014 debido a que no había un acceso al cannabis y quienes padecían algún tipo de enfermedad, habían probado todas las alternativas que la medicina tradicional tenía para ofrecer.
Fue ahí que comenzaron a brindar talleres para capacitar y enseñar.
En en 2016 llevaron a cabo las primeras jornadas universitarias, al tener éxito “esto nos llevó a pensar que eran a muchas las personas que querían usar esta terapia, nos llevó a organizarnos y empezar a formar una ONG”, dijo.
En junio del siguiente año les otorgan la personería jurídica, “nos permitía trabajar un poco más en la legalidad ya que veníamos arriesgando nuestras libertades para poder ayudar a mucha gente, que a partir de ese momento comenzaron a ser nuestros socios”, sostuvo.
Fue así que comenzaron a acompañar a los usuarios terapéuticos, conectarlos con profesionales de diferentes áreas y enseñarles el proceso desde cero para cultivar.
“Les enseñamos a cultivar con productos orgánicos y que sus derivados sean seguros, es importante saber que siempre tienen que estar acompañados por un profesional de la salud que les indique quimiotipo, dosificación y como llevar adelante el tratamiento con cannabis”, señaló la titular.
La ley que permite el autocultivo
Lo definió como una de las tantas conquistas logradas por el movimiento cannabico.
En el año 2020 se regularizó, a aquellas personas registradas en REPROCANN, el derecho a autocultivar, elegir una fundación cultivadora o a uno solidario.
“Esto nos permite tener hasta nueve plantas en floración, sin límite las plantas en vegetativo siempre que se respeten los metros cuadrados que son hasta 6mt3 en interior y 15mt3 en exterior, transportar 40gr de flores, trasladar hasta 6 goteros de 30ml”.
Y agregó que “si bien falta seguir luchando para que no tengamos más presos y presas por cannabis, que se derogue la ley 23.737, el uso de cannabis en muestras mascotas y algunas cosas más, hemos logrado avanzar un montón”.
Por último, Romanelli destacó que de a poco la gente va alejando los malos prejuicios, ya que cada vez más individuos buscan esta terapia para aliviar dolencias.
Trabajan con la médica de familia Marisol Bocetti, con especialidad en dolor, posgrado en la UNLP de Cannabis, y planta de la Secretaria de Salud del Municipio.
La Dra Susana Pasquare, docente-investigadora en la UNS-CONICET, directora del laboratorio de Cannabinoligia del INIBIBB-CONICET, junto a su equipo de trabajo Ana Clara Pascual, Sabrina Salas, Virginia Gaveglio, Florencia Musso y Pablo Milano.
Y también el abogado Martín Ignacio Garmendia quien es asesor legal, miembro de la ONG y de RESET.