Luciano Romero tiene 23 años y las consecuencias del episodio le imposibilitan trabajar.
El 7 de marzo a Luciano le golpea las manos el cartero que iba a entregarle un sobre, salió descalzo y cuando tocó el portón de chapa que se encontraba con corriente, le dio una descarga y se desvaneció.
Al querer ayudarlo, el cartero se movió porque también le dio corriente. Su pareja escuchó el golpe al piso y lo asistió con maniobras de RCP, pero por unos segundos el damnificado estuvo consciente y al moverse se electrocutó nuevamente.
La ambulancia lo trasladó en código rojo y le hicieron electroshock, “me llevaron muerto prácticamente”, nos dijo.
Después, permaneció nueve días en coma. En un primer momento tenía dificultad para tragar y le costaba respirar, hoy en día tiene diversas lesiones que le imposibilitan trabajar. “No puedo hacer fuerza, me agito constantemente, no puedo caminar y me tengo que andar haciendo el paf”.
Su mayor preocupación es el costo del alquiler, “me lo pagó mi hermano el mes pasado y lo tengo que pagar si o si porque sino me quedo en la calle y también por el taxi, porque constantemente estoy yendo al hospital”.
La consecuencia más grave fue en una de sus cuerdas vocales, en este caso en la izquierda, “la tengo paralizada, no puedo hablar y respirar a la misma vez”.
Además, tiene una herida abierta en la pierna, tiene que dormir sentado por dificultad respiratoria y problemas con su garganta y se hace constantemente nebulizaciones.
Con respecto al problema de la garganta, desde marzo que salió del hospital que no le daban turno. Romero nos comentó que varias veces fue su madre la que tuvo que llevarlo para que lo atiendan en urgencias y que, cuando lo vea el médico, le va a decir si es una situación permanente o si tiene algún tipo de solución.
Está recibiendo donaciones y tiene dos vías de contacto: Alías ayuda.Luciano23, o bien comunicarse telefónicamente al 291 4716506.
La ayuda puede ser económica o con alimentos no perecederos.