“El objetivo es concientizar del daño que ocasionan con el ruido de escapes modificados”, comentó Hugo Lanezan a Ahora Multimedios.
La ordenanza que está aprobada en Bahía, empezó a regir también en otras localidades.
“El procedimiento es complejo, porque primero hay que detener al motociclista y que este no se de a la fuga, pero una vez que logramos detenerlo, se secuestra la moto y se confecciona el acta, donde se eleva al juzgado de faltas y se lo pone al tanto al juez las irregularidades de la moto, entre ellos el escape modificado”, explicó el Director de Seguridad de Pringles.
“Una vez que se restituye la moto, previo a presentar la documentación correspondiente, el escape no se restituye”, agregó.
Si el escape queda secuestrado, el titular tiene la posibilidad de ir con el original del motovehículo, lo coloca y la puede retirar.
Desde septiembre del 2022 hasta la fecha llevan secuestradas 150 motos aproximadamente, “y compactamos 65 escapes para asegurarnos de que por ningún motivo vuelvan a la calle”, aseguró.
El objetivo del procedimiento es concientizar el daño que ocasionan con el ruido de escapes modificados y que está penado por la Ley de Tránsito 24.449 y por la ordenanza 4.765.
“Lo que está fuera de la reglamentación de ley hay que sancionarlo”, dijo Lanezan.
Además, impone multas por las infracciones que están por arriba de $100.000.