Estefanía Grosso, precandidata a concejala por el Frente de Izquierda, nos comentó los motivos de su postulación.
Estefania señala que “la lucha por los derechos humanos siempre me sensibilizó”. Recuerda sus primeros pasos en la militancia, con sus padres y abuelos, a partir del 24 de marzo de cada año, Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
“Mis dos abuelos fueron detenidos durante la última dictadura, uno fue preso político y otro estuvo detenido desaparecido un tiempo y después lo largaron, pero eso fue como los primeros pasos”.
Luego, su batalla continuó con el movimiento de Ni Una Menos, la irrupción de miles de mujeres en las calles.
“Para muchas fue un nacer a la vida política y para mí también fue empezar a conocer las ideas más profundas del feminismo socialista”, explicó.
La precandidata en la lista que integra Daniela Rodríguez como intendenta de la ciudad, argumentó que una de las acciones que llevaría a cabo en el HCD, sería cobrar un salario igual que un trabajador o trabajadora “para terminar con los privilegios”.
Agregó que “un concejal está ganando el equivalente a cuatro canastas básicas, cuando la gran mayoría de los y las trabajadoras no llegamos a fin de mes. La banca que conquistemos será un puesto al servicio de las familias trabajadoras y los sectores en lucha”.
Y en segundo lugar, impulsaría “tasas extraordinarias al polo petroquímico y al puerto para destinar esos fondos a salud y a educación”, ya que, según dijo, tanto el Hospital Interzonal Dr. José Penna como el Hospital Municipal “están saturados y en pésimas condiciones”.
Con esto “mejoraría la situación actual de la salud pública así como pase a planta de los trabajadores precarizados de la salud y el aumento urgente de salarios”, afirmó Grosso.
Por último, la docente considera que “es necesario un proyecto de emergencia de violencia contra las mujeres y personas LGBTQ+, ya que si bien existe una ordenanza municipal nunca tuvo el financiamiento necesario para construir refugios, viviendas a tasa cero o puestos de trabajo para las mujeres”.
Y que existe una responsabilidad del Estado y del Gobierno en la situación de cada mujer: “El femicidio es el último eslabón de una larga cadena de opresiones que también incluye la desigualdad salarial, el no cumplimiento al derecho a una vivienda, a un trabajo con derechos”.