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La baja del consumo se ubicó entorno a un -12,5% interanual. El acumulado de la primera mitad del año presenta un retroceso de -8,5%.
“La caída no tocó su piso. Estamos en un marco de recesión muy fuerte solo comparada con el 2002 y más allá de la óptica positiva de algunos analistas respecto al freno de la inflación esa desaceleración obedece fundamentalmente a la retracción del consumo”, explicó.
Todas las canastas sufrieron retracciones en sus ventas en supermercados y almacenes. Analistas explican que el consumo masivo empaquetado repite el comportamiento a la baja en junio, aunque con una caída algo más acentuada respecto de meses anteriores.
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