Tras seis horas de vuelo por una escala obligada en Río Gallegos, Javier Milei se encontró a la medianoche del jueves con Laura Richardson, jefa del Comando Sur, para fortalecer su alianza estratégica con los Estados Unidos. A su vez, el presidente aprovechó la cita institucional con la general cuatro estrellas para transmitir una clara señal diplomática contra las intenciones de China en Tierra del Fuego y ratificar su posición en defensa de la soberanía nacional en las Islas Malvinas, que el Reino Unido ocupa violando normas internacionales y antecedentes históricos.
“Nosotros estamos convencidos de que la soberanía no se defiende con aislacionismo y discursos rimbombantes, sino con convicción política y construyendo alianzas estratégicas con aquellos con quienes compartimos una visión del mundo en un mundo de escala global, pero de crecientes conflictos como el que vivimos hoy”, sostuvo el presidente.
Y remató: “Por eso hoy el mejor recurso para defender nuestra soberanía y para abordar de forma exitosa estos problemas es precisamente reforzar nuestra alianza estratégica con los Estados Unidos y con todos los países del mundo que defienden la causa de la libertad”.
La alianza estratégica con Estados Unidos atraviesa toda la agenda bilateral. Joseph Biden apoyó a la Argentina en su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), facilitó la compra de 24 aviones de combate a Dinamarca y concedió un crédito blando por 40 millones de dólares para equipar a esos F16 que incrementarán la capacidad bélica de la Fuerza Aérea.
En simetría con estos importantísimos gestos de la Casa Blanca, Milei decidió congelar todos los emprendimientos que proyectaba China en Argentina para consolidar su fortaleza geopolítica.
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