En el Gobierno afirman que la polémica con las universidades está cerrada. Lo hacen a horas de lo que, todo indica, será una marcha multitudinaria en la ciudad de Buenos Aires y en numerosos puntos del país, en el marco de la discusión por el presupuesto que reciben las casas de altos estudios nacionales.
“El tema universitario está cerrado. Ya se pagó. Es una marcha política. Va hasta [Axel] Kicillof”, decían anoche en la Casa Rosada. Alegaban que están depositados los fondos para el funcionamiento de las universidades con un incremento del 70%, como fue anunciado este lunes por la noche en el Ministerio de Capital Humano. Con ese incremento, se acumula un 140% dado por el Gobierno, mientras que las universidades insisten en que la diferencia pendiente ronda todavía un 160%.
En Balcarce 50 sostienen que la marcha es “funcional a la casta” e “impulsada por la vieja política”. En esa línea agregan que la presencia de la CGT y de referentes de la oposición -como el exministro de Economía y excandidato a presidente, Sergio Massa, o el senador Martín Lousteau- no hace sino ratificar cuál es la “verdadera motivación” de la marcha. “Hasta Kicillof dijo que va. Si eso no es aprovechamiento político no sé qué lo es”, dijo una importante voz del corazón libertario.
En el oficialismo sostienen que no habrá votantes libertarios en la marcha anunciada para las 17 en Plaza de Mayo, en la que se leerá un documento único. “Alguien políticamente virgen no va a esa marcha”, dijeron. “Un ciudadano normal, no va”, completaron, y definieron por “normal” a alguien que no está atravesado por la política. Insistieron, además, en relativizar el impacto que pueda llegar a tener la marcha. Pese al mensaje que buscan transmitir, desde el jueves por la noche hubo una importante cantidad de llamadas desde el Gobierno a diferentes referentes del ámbito académico en busca de desactivar la manifestación.
LA NACION