La legisladora de La Libertad Avanza defendió los piropos de “los muchachos de las obras” y aseguró que “hay mujeres con mucho resentimiento
A Lilia Lemoine no le bastaría con mirarse al espejo antes de salir a la calle, ni con pispear en las vidrieras su reflejo. Lo que la legisladora de La Libertad Avanza estaría esperando del público, incluidos “los muchachos de las obras”, serían piropos que le dejen una sonrisa, que no es lo mismo que el acoso sexual callejero.
“Hicieron una ley por la cual si un hombre dice un piropo puede ir preso. ¿A vos te parece?”, comentó Lemoine en una entrevista con Mariana Verón para el programa “Identidades”.
Verón intentó retrucar que el acoso sexual callejero “es una contravención” y nadie va preso aunque sí haya consecuencias legales para quien lo ejerza, pero la diputada de La Libertad Avanza reforzó su postura.
“Me han dicho cosas horribles por la calle, cosas que no deberían pasar, pero que un señor, por ejemplo, (diga) ‘adiós preciosa’…”, continuó Lilia Lemoine, con la mirada fija en un punto como quien recuerda una anécdota pintoresca.
De nuevo, su interlocutora intentó señalar que nadie denuncia por acoso sexual callejero a un caballero que dice “adiós, preciosa”, sino a los sujetos que llevan la cuestión mucho más allá del piropo.
“No te creas, hay mujeres con mucho resentimiento”, aseguró la diputada libertaria sobre las intenciones de las denunciantes, antes de aclarar que su discurso “no es por atacar a las mujeres, ¿eh? Es para defender a los hombres”.
“Me ha pasado en alguna ocasión salir de mi casa deprimida y me acuerdo patente que paso por una obra por la calle San Blas y los muchachos de la obra… no sé qué me dijeron, fue algo lindo. Y yo me fui con una sonrisa de ahí”, relató.
“También me dijeron cosas horribles y yo, ¿qué hago? Me doy vuelta y le respondo. ¿Somos iguales o no somos iguales? Vos me atacás, yo te respondo. Yo lo que quisiera es que la mujer deje de ser mansa y de depender del Estado o alguien para que la proteja”, convino.
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